Si funciona no lo toques, pero.. ¿y si pudiera fucionar mejor?
Las bases de datos son por un lado el activo más importante de la organización, es el principio y el fin de la inteligencia colectiva. Es nuestra historia: pasado, presente y futuro.
Son tan importantes para nosotros que no permitimos un suspiro cerca de nuestra base de datos de producción, y por ello, es que la misma probablemente no ha cambia en meses y meses. Las actualizaciones se planifican por semanas, los cambios se hacen con un rosario en la mano, porque tan poco es lo que las manipulamos que ni siquiera sabemos si las contingencias funcionan porque nunca las probamos.
Nuestra propuesta es generar la resiliencia necesaria tal que probemos las contingencias, validemos nuestro procesos de recuperación y por sobre todo, incluyamos a las bases de datos en el ciclo de desarrollo. Esto significa una mejora constante en el procesamiento. Optimizaciones desde la concepción, y fine tunning regular para mantener el motor “ronroneando” .
No somos ajenos a los riesgos de manipular una base de datos de producción, pero habiendo las suficientes contingencias, podríamos atrevernos a actualizar el motor con cada nueva versión del fabricante. Aplicar parches de seguridad en el momento en el que están disponibles, y por sobre todo, optimizar el procesamiento para convertir una carreta en un ferrari.